sábado, 17 de octubre de 2009

Capitulo 6. Primera impresión

Cuando Sheila abrió la puerta allí vio a Rosalie parada, una chica de pelo castaño largo, tez blanca y hermosos ojos azules. Llevaba un vestido blanco y gris a la vez, y una hermosa flor en el cabello.

Sheila la miro de arriba abajo sin mediar palabra alguna. Pasaron cinco minutos hasta que Rosalie por fin dijo:

─ Y… ¿tú quien eres?

─ Soy Sheila Rodigarc, soy la nueva sirvienta desde ayer.

─ ¡Genial! —Afirmo la chica. Más amigas.

─ Vez Sheila te dije que Rosalie te gustaría, es genial.

─ Si Alice tenias razón, luego nos vemos Rosalie, ahora tengo que servir el desayuno.

─ Hasta luego Sheila.

Ya una vez Sheila había marchado Alice comento:

─ Y bueno Rosalie ¿Qué tal la primera impresión?

─ Pues… la verdad que muy bien, me parece estupenda esa chica, seguro que las tres seremos un gran equipo. —Alice sonrío y se limito a no hablar—

─ Y… ¿Por qué crees que la señora la abra contratado? —Pregunto Rosalie.

─ Pues…ni idea —Respondió Alice rápidamente.

─ Y si esta tratando de deshacerse de ti —Dijo la chica.

─ ¡¿Qué?! Estas loca Rosalie, la señora es mala, pero… no llegaría a hacer tal cosa.

─ Haber Alice, métetelo en la cabeza, lleva quince años aguantándote, ¿Por qué no aprovechar el momento?

—Alice quedo callada y no dijo nada—

La chica tenía ahora mucho que pensar, ya que Rosalie la había confundido mucho.

Alice aún seguía pensando.

¿Se querrá deshacer de mí? Pero… ¿por qué? ¿Acaso soy tan mala?

Siempre pensaba lo mismo.

En ese preciso momento dejo de pensar en lo que le había dicho Rosalie, e intento pensar en la primera impresión que se llevo ella de Sheila.

Por su mente empezaron a pasar cosas;

Y si Sheila no es quien dice ser. ¿Será cómplice de la señora?

Yo la veo buena persona, bueno… en el primer momento me lo pareció, pero… no se.

Alice se dio cuenta que se estaba asiendo un lío ella sola.

Cuando de repente vio entrar a Sheila por la puerta de la habitación. La chica la miro y empezó a hablarle.

─ Alice, la señora esta furiosa, deberías de bajar y no demorarte.

─ Enseguida voy. —Se notaba un poco de incredulidad en su voz.

Sheila marcho de la habitación seguida por Alice. Cuando llego al salón allí estaba la señora sentada en el comedor, y con rostro de enfado.

─ Alice, tengo algo que comunicarte.

─ Si señora, dígame.

Esas palabras se quedaron guardadas en el pensamiento de Alice, que seria lo que le quería decir la señora Smith con tanta urgencia a la chica, su pensamiento estaba confundido, pero no quería oír las palabras con las que tanto había soñado y esas eran; “ya no me eres útil”

No hay comentarios:

Publicar un comentario